«38 Picassos»
Hasta el 26 de marzo 2017 se desarrolla en el Museo Picasso de Málaga una exposición que presenta 38 obras de Pablo Ruiz Picasso “38 Picassos” que se muestran en conjunto por primera vez. La nueva exposición abarca un amplio periodo de la trayectoria artística del pintor, y se ofrecen por cortesía de la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso por el Arte (FABA), enriqueciendo con ello la colección permanente del museo. Son 38 piezas de la familia Picasso que hablan tanto de la diversidad temática como de la propia evolución del artista, en un proyecto temporal, formando un recorrido que principia con el mismo Picasso dando la bienvenida con su famosa imagen de eterno fumador y su camiseta de rayas horizontales, abarcando desde 1903 a 1972, y que incluye la escultura de barro cocido ‘Mujer de pie’ (1948).
Un recorrido pictórico en el que vemos sensualidad en ‘Desnudo acostado’ (1960) y ‘Susana y los ancianos’ (1955); esquemas y figuras con la ‘Mujer sentada’ (1947) y ‘Cabeza de mujer’ (1946) y un óleo pleno de color, ‘Mujer’ (1971). Frente a ella, ‘Bañista jugando’ (escultura, 1958) y a su derecha el pequeño ‘Picador con la nariz rota’ (1903). Pero atentos, porque aparecen después tres piezas inolvidables: ‘Hombre desnudo contemplando a su compañera dormida’ (1922), ‘Nadadora’ (1932) y ‘Mujer dormida’ (1933). En el mismo espacio, tres joyas a continuación: ‘Mujer acróbata’ (1930), ‘Mujer con cuello verde’ (1938) y ‘Cabeza de mujer rodeada de pardo’ (1935). Entrando en la penúltima estancia ‘Piero en la prensa’ (1969), pura experimentación del artista, y se vuelve en el tiempo a tres clásicos de juventud: ‘Olga Khokhlova con mantilla’ (1917), ‘Paulo sobre un asno’ (1923) y ‘Madre y niño’ (1921). Impresionante.
Museo Picasso de Málaga.
“En el fondo, ¿qué es un artista?”, preguntó Picasso a Kahnweiler en febrero de 1935, procediendo luego a contestar su propia pregunta. “Es un coleccionista que quiere acumular un conjunto de obras, creando para sí mismo las obras que quiere. Así es como siempre empiezo, pero luego se convierte en otra cosa”. […] Además de considerarse como un coleccionista, Picasso se veía también como un autobiógrafo y su trabajo constituía su diario. Prácticamente todo lo que pintaba o dibujaba se refería en mayor o menor medida a sí mismo, a sus mujeres, a sus hijos y a sus amigos. En sus primeros años, retrataba constantemente a su padre, a su hermana y a sus amigos de Els Quatre Gats. Después de su boda en 1918, Picasso realizó innumerables retratos de su mujer y de su hijo que guardaba para sí. Lo mismo ocurrió con los hijos que tuvo con Marie-Thérèse y Françoise Gilot. Estos retratos familiares constituyen el grueso de estos préstamos”.
(John Richardson. “Notas sobre algunos Picassos de la familia Picasso”, en 30 obras de Picasso, Museo Picasso Málaga, 2005).
Vídeo: Pablo Picasso’s working process | Imagen: ‘Acróbata’, Pablo Picasso 1930.
