Cómo saber el precio de un cuadro

No hace muchos años en una boda de aldea los novios recibieron un cuadro de regalo, de esos que quieres quitarte de encima o, peor aun, pretendes quedar bien pero no sabes cómo. Para quien lo regaló era “un espanto de cuadro” pero por azar del destino uno de los que acudieron al convite sabía del tema y… era un lienzo del XVIII, valorado en más de cien mil euros. A los novios –nunca mejor dicho- les puso piso.

El precio de una obra, siempre, lo determina el comprador. Si el precio que se quiere pagar coincide con el que se ofrece. Prueba de ello –en cualquier faceta del Arte- es que en la pintura hacer coincidir artista y comprador no suele ser nada fácil. O por gustos, o por precio. Pero cuando se encuentran se suele producir un matrimonio comercial para siempre. Aquí si que no suele haber divorcios.

Para saber cuánto vale aproximadamente un cuadro que -por el motivo que sea- ha llegado a tus manos, y desconoces su precio más o menos real, este post trata de darte unos apuntes (no consejos) para intentar averiguarlo.

¿Quién es el autor?.

Si es que la obra esta firmada, claro. No es lo mismo un artista conocido que alguien “sin nombre”. Es un punto de partida elemental. Con el nombre del autor tu investigación se puede limitar a comprobar la autenticidad de la obra, descartando también que sea una copia o una falsificación. En caso contrario, que la obra no está firmada o, pese a ser original, se ha añadido la firma de otro artista para aumentar su valor, trata de encontrar quien es su verdadero autor o, si no se puede especificar, al menos situar a que época y escuela pertenece.

¿En que año está datada la obra?.

Incluso si el autor es desconocido, el cuadro puede tener valor por pertenecer y ser representativa de un movimiento artístico o periodo histórico concreto o tener valor como antigüedad. Una pieza de calidad y antigua será más deseable para los coleccionistas si el estado de conservación es bueno, con características que la hagan atractiva, distinta, única en el mercado. Puedes encontrar indicios de su edad en la cantidad de polvo acumulado, en el deterioro causado por el paso del tiempo, en los materiales empleados, en el estilo, en el marco…

¿La obra es “buena” y su origen legítimo?.

Ponte en el lugar de un posible comprador de tu cuadro: ¿cuánto estarías dispuesto a pagar por una obra sin certificado de autenticidad?. Sin documentación que avale que tienes una obra autentica o sin pruebas de que su origen no es ilegal (robo, expolio…), se anulan casi todas las posibilidades de revender el cuadro. Eso es exactamente lo que ocurre en el mercado negro del arte, el valor de reventa de las obras desciende dramáticamente si se sospecha que la obra que tienes entre manos no es auténtica, que hay irregularidades en su historial, y que no posees ninguna documentación que lo avale. Si fuera el caso y crees que es una obra de calidad es recomendable que solicites el análisis y el certificado a un tasador profesional. El precio de la tasación –seguro- justifica el gasto. Aprovecho, hago publicidad de nuestra Asesora (profesional de total confianza) y os doy un dato real para posibles consultas: www.asesoradearte.es. Dirige Cristina Inglada.

¿Por cuánto se venden obras similares?.

Este es el mejor termómetro para saber un estimado de precios del cuadro que tú quieres valorar (o vender). Seguir los registros de subastas públicas (online o catálogos impresos), mirar estilo y técnica, comparar con obras similares, consultar algún galerista y, especialmente, tener referentes con obras similares, son datos muy útiles para poner precio final. Por si sirve, solo un par de páginas para echar un vistazo, tanto a obras como a artistas: Artprice, Blouin Art Sales Index (en inglés), Artelista…

En último caso también es posible acudir a marchantes y casas de subastas especializadas en arte para que te hagan una oferta. En base a lo que ofrezcan, sobre el precio final que puede alcanzar la obra tendrás un referente muy claro de lo que puede valer tu cuadro. En el caso de que ni te reciban no te desanimes, siempre queda el recurso de colgarlo en casa.

¿Conoces a alguien interesado?.

La demanda es el factor más importante de todos. El precio de cualquier obra se fija en la cantidad que esté dispuesto a pagar por ella un comprador. Hay obras que pueden alcanzar un valor más alto si se da con el coleccionista adecuado, aquel que está buscando una pieza exactamente como la tuya, o por el contrario si no es una pieza especialmente popular porque existen muchas obras similares disponibles en el mercado o se trata de una obra de características tan singulares que escasean los compradores te costará venderla a un buen precio. O como en el caso de los novios de la boda… llevarte sorpresas hasta encontrar a alguien interesado. ¡Suerte!.

Foto: “Autorretrato”, Jean-Michel Basquiat. Expo Museo Guggenheim, Bilbao.