Artículos | Articles

Miró ya tiene casa en Madrid

La Fundación Mapfre ha abierto en Madrid un “Espacio Miró” con 65 obras cedidas por la familia del artista. Las pinturas, valoradas en unos 150 millones de euros, corresponden a los años finales del creador catalán y ya están instaladas gracias al depósito que -de manera gratuita- han realizado los cinco herederos españoles en la Fundación Mapfre. Obras firmadas en su mayor parte a partir de 1960 que están aseguradas en 45 millones de euros según la estimación de Pablo Jiménez Burillo, director del área de cultura de la Fundación. “Mi abuelo era un catalán partidario de una nueva España sin diferencias. Tenemos obra depositada en Barcelona y Palma de Mallorca. En el Reina Sofía está perfectamente representado gracias al pago de los derechos de sucesión, pero queríamos un lugar propio para su obra en la ciudad de Madrid. Pensamos, como él, que hay que construir puentes que nos unan. Y esta es una buena manera”, declaró en la rueda de prensa de presentación Joan Punyet Miró, nieto del artista y portavoz de la Sucesión Miró.

Las obras que ahora se pueden ver en Madrid de manera permanente no habían sido expuestas al público y estaban en diferentes domicilios familiares de las islas Baleares donde residen parte de los herederos legales. En su nueva sede de Madrid, el espacio pictórico tendrá el papel de colección permanente para la institución, y aunque el depósito se ha firmado por un plazo de cinco años, renovable por otros cinco, en Mapfre están convencidos de que todas las obras se quedarán de manera indefinida.

Pablo Jiménez Burillo, quien durante la presentación a la prensa prefirió no decir quienes eran los propietarios (“cinco coleccionistas españoles anónimos”), explicó que “el depósito se hace con el único compromiso de exponer y difundir la obra de Miró. Podemos prestarlas o intercambiarlas para otras exposiciones en el extranjero o en España. Nos comprometemos a investigar y conservar cada obra. Durante el tiempo de cesión, los propietarios nos legan los derechos de reproducción de las pinturas”.

El espacio Miró está distribuido en dos plantas y dividido en cinco secciones. La primera es un homenaje a la relación que mantuvieron Miró y Calder, como muestra el Retrato de Joan Miró, realizado en alambre de acero por Alexander Calder. El conjunto de obras expuestas son regalos con los que el propio Calder obsequió a Miró.

La segunda parte, titulada El signo y el gesto, muestra piezas posteriores a las series de las Constelaciones. Hay obras como La mujer española (1972), donde ya se puede ver como el artista utiliza materiales propios del informalismo europeo: arpillera, cartón o lienzo sin bastidor. Viene después una tanda de obras con motivos clásicos en su trayectoria, Mujeres, pájaros y estrellas, sobre los que estudia lo que hasta entonces ha sido su propia pintura. Los “monstruos” que emergen del lienzo y sus desafíos a la pintura a base de telas rotas o pegotes dispersos a propósito, cierran el nuevo espacio Miró. La obra hipnotiza y seduce con un mundo fantástico, personal y auténtico, cuajado de vibrantes manchas negras y habitado por inmensos colores primarios. Miró supo reflejar la elocuencia y el sentimiento en sus composiciones gracias a la capacidad de representar el mundo tangible y material con mensajes llenos de poesía.

Colección permanente. Espacio Miró | Sala Fundación MAPFRE, Paseo de Recoletos 23.

Imagen: Raúl Romero Altares, Colección Permanente, Fundación MAPFRE

Leave a Reply

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.