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Saturno: el original de Carabanchel

27 de Febrero de 1819. Francisco de Goya compra una extensa finca y casa de campo a Pedro Marcelino Blanco, un madrileño sordo –la “Quinta del Sordo”- en una colina del antiguo término municipal de Carabanchel Bajo, por aquel entonces a las afueras de Madrid. Allí vivió el pintor sus últimos años en España antes de su exilio a Burdeos en 1924. Un lugar discreto, cerca del puente de Segovia y con vistas a la pradera de San Isidro, donde podía convivir con Leocadia Zorrilla, señora de Isidoro Weiss, y Rosario, su hija pequeña, de quienes se decía que eran amante e hija del pintor respectivamente, si bien para la sociedad eran su ama de llaves y su ahijada o protegida. Alejado un poco de “la corte” y, con su ideología liberal, sin tener que aguantar a diario los caprichos y desmanes totalitarios de Fernando VII.

La casa, de humilde factura y no muy buena calidad de construcción, estaba situada en los terrenos hoy delimitados por las calles Doña Mencía, Baena, Caramuel y Juan Tornero, en el distrito de Latina de Madrid, en la margen derecha del río Manzanares, y estaba rodeada por un paraje natural de huertas y casas de campo aisladas. Una casa de dos plantas, rectangular, en la que entre febrero y noviembre de 1819 Goya se dedica a decorar los muros con la serie “Pinturas negras realizadas con óleo al secco sobre el yeso de las paredes. En total catorce obras murales, sin título original, catalogadas en 1828 por Antonio de Brugada, amigo personal del pintor, y que se componen de “Átropos o Las Parcas, “Dos viejos” o Un viejo y un fraile, “Dos viejos comiendo sopa”, “Duelo a garrotazos” o La riña, “El aquelarre”, “Hombres leyendo”, “Judith y Holofernes”, “La romería de San Isidro”, “Dos mujeres y un hombre”, “Peregrinación a la fuente de San Isidro” o Procesión del Santo Oficio, “Perro semihundido” o simplemente El perro, “Saturno devorando a un hijo”, “Una manola: doña Leocadia Zorrilla” y “Visión fantástica” o Asmodeainfo quinta romero arte

Tras la caída en 1823 de Riego y la reinstauración del Antiguo Régimen, Goya huye de la represión en 1824 obteniendo el salvoconducto con la excusa de tomar unos baños terapéuticos en Plombières, de donde pasará a Burdeos, falleciendo allí cuatro años más tarde. La “Quinta del Sordo” pasa a manos de familiares y es en 1859 cuando su nieto, Mariano Goya, vende la propiedad. Años más tarde Émile d’Erlanger -aristócrata y banquero francés- encarga el traslado a lienzo de las pinturas murales de Goya para llevárselas a su mansión parisina. Convertidas ya en cuadros se mostraron en el Palacio del Trocadero de la Exposición Universal de París de 1878. Las obras hoy día se exhiben en el Museo del Prado gracias a la donación completa que en 1881 hizo el propio d’Erlanger a la pinacoteca madrileña. Y sin duda, para siempre.

El_Aquelarre

Aquelarre_de_Laurent

Los originales.

En esta historia hay un personaje que destaca y al que eternamente debemos estar agradecidos. Jean Laurent, “Juan”, fotógrafo francés que llega a Madrid en 1843 y se casa con la viuda de un pastelero. Durante años se gana la vida como puede, trabaja como cartonero, fabrica cajas para pastelerías, encuaderna libros, pero su pasión era la fotografía y los avances tecnológicos del momento, que llegó a dominar y hasta inaugurar su propio estudio en la Carrera de San Jerónimo, número 39, compartiendo local y alquiler con el británico Charles Clifford.

Pinturas_Negras_de_Goya,_Saturno,_foto_de_Laurent_en_1874,_VN-03194_P  Francisco_de_Goya,_Saturno_devorando_a_su_hijo_(1819-1823)

En su homenaje, fue J. Laurent, en 1874, quien fotografió las 14 pinturas murales entonces existentes en la Quinta de Goya, antes de su traslado a lienzo. Sus negativos son historia del arte, de la pintura. Son negativos de vidrio originales, del gigantesco formato 27 x 36 centímetros, que se conservan en el Archivo fotográfico Ruiz Vernacci. En estas fotografías se constata el estado de deterioro de las pinturas en el muro, con grandes grietas, arrastres de color, repintes, y faltas rellenadas con yeso. Al arrancar las pinturas hubo que perforar las paredes de adobe, arruinando las salas. Además vemos que las pinturas fueron enmarcadas con marcos de papel, y las dos salas estaban completamente empapeladas. Entre 1874 y 1876 se arrancan las pinturas de los muros y se derriba el ala de las “Pinturas negras”, trabajo que lleva a cabo el pintor y restaurador Salvador Martínez Cubells a instancias de Erlanger.

Perro_semihundido_(Juan_Laurent)_2 perro semi moderno goya

Juan Laurent falleció en Madrid el 24 de noviembre de 1886, esta enterrado en el cementerio de La Almudena, y en su lápida se grabó su nombre españolizado: “Juan Laurent”.

juan fotografo romero arte

Infografía: fuente grafica Wikipedia.

Fotografía: Fototeca del IPCE.

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