“Muere el pintor Raúl Romero, el maestro hermético”

Considerado «una de las figuras en el arte contemporáneo de la última mitad del siglo XX».

Si, lees bien. Este fue el titular hace hoy cuatro años, y este el tiempo que ha pasado desde que el pintor falleció un 30 de abril y que en este post rendimos homenaje y aprovechamos para dar a conocer varias sorpresas. En cuanto a biografía, trayectoria, etapas, y cien cosas más, se pueden leer en este –su– portal, pero para conmemorar la fecha no hay mejor modo que compartir con todos vosotros su pintura. Su obra y su trabajo, para que se le recuerde y siga vivo a través del Arte.

Raúl Romero Altares (Madrid, 30 de abril 1955 / Peguerinos, 30 de abril 2013), calificado como uno de los creadores más originales del contemporáneo nacional y sin duda el gran desconocido, falleció con 58 años. Dibujante y pintor, profesor e intelectual, está considerado «una figura central» del arte español de la última mitad del siglo pasado, y sus obras permanecen en la propia Facultad de Bellas Artes, donde se licenció con Matrícula de Honor, hasta la colección permanente de la Fundación Mapfre.

Sus retratos, sus figuras, las miradas imposibles de sus personajes, o la magistral potencia de sus dibujos son una pura exhibición de su dominio creativo. Arte y Artista. Su propio hermetismo impidió ver su obra en vida y ha tenido que ser ahora, años después, cuando se reconoce y admira al completo cada uno de sus dibujos y pinturas. Poesías incluidas, porque al igual que otras grandes figuras del Arte, combinaba la técnica con la experimentación, el óleo con la palabra escrita o, lo mejor de todo, la creatividad con las influencias adquiridas. No copiaba, observaba creando desde el silencio y mejoraba en el tiempo.

“Apasionante pincel y lápiz. Tal vez Raúl sea el mejor dibujante que yo haya conocido“. García Viñolas, Crítico de arte.

Hablando de homenajes, el que él mismo nos legó desde el inicio. Tres momentos para la historia: Apuntes del natural, Carbón y Perspectivas. Tenía en mente estudiar arquitectura, pero el destino –o la suerte- le encaminó a Bellas Artes y sus apuntes como alumno hoy permanecen colgados en la Facultad para admiración y ejemplo de generaciones de alumnos. Sus carboncillos, prodigio del dibujo, tienen la fuerza de los impactos visuales que estremecen por su técnica, y perspectivas que hoy siguen siendo admiradas y copiadas por más que los años pasen. (Clik, para ampliar imagen).

Tres fases, tres etapas, en las que experimenta colores, sensaciones y vivencias personales. Todo un proceso psicológico, aplicado en paralelo a una vida. A pesar de todo, del pintor mismo, hoy podemos ya contemplar la riqueza de su paleta, sus temáticas, sus influencias, y con todo ello admirar cada uno –y todos- la obra completa de un gran experimentador. Hablando de sorpresas, dos años después de fallecer, el reconocimiento público de otorgar al artista una Medalla de Oro al Arte, que le fue concedida a título póstumo. Igual que le ocurriera a Van Gogh, o a muchos otros, estudiar y seguir la evolución pictórica de un pintor a través de sus autorretratos, en este caso, es descubrir un fascinante universo.

Una obsesión, para quien la vive, puede llegar a ser una grave enfermedad, y aleja, excluye, elimina personas y secuestra sentimientos, pero plasmar en el Arte una compulsión es –en este caso- recordar al artista y admirarle en la leyenda. El puntillismo de Romero, sus figuras y –en especial- las Antropomorfas, son únicas. Un prodigio de dibujo, auténticamente obras maestras exclusivas del pintor. Series de diseños, dibujos y pinturas que se pueden copiar o imitar pero que ya nadie puede volver a hacer y que son propiedad y recorrido de la mente del artista. Piezas que, a la muerte de Romero, se convierten en Historia del Arte: la precisión, la minuciosidad, el tiempo infinito de elaboración, la técnica, la temática… irrepetibles.

Cuatro años han pasado desde que Romero se fue, y este post se transforma en su recuerdo. Años de duro trabajo para digitalizar, catalogar, clasificar, más de 1.300 obras atesoradas por el pintor en su estudio, y es un orgullo ahora compartir con todos la divulgación de su pintura. En 2016 fue concedida la Licencia de © internacional, el calendario de exposiciones comenzara en breve a publicarse, y etapas como los retratos imaginativos, la abstracción o la obra figurativa, van a sorprender. A quien lo ve, a nadie le deja indiferente. “Una enorme fuerza, una obra increíble, el gran desconocido…” son opiniones reales de las pocas personas que han podido contemplar la obra de Raúl Romero hasta el momento. Ojala también tú, viéndola, puedas opinar lo mismo. Es nuestro deseo.

La muerte, esa gran inoportuna, truncó su vida, pero no su obra. RR, Raúl Romero, como eufemismo y a la vez identidad corporativa, es ahora cuando va a empezar a mostrarse, y demostrarse, como uno de los artistas más destacados de las últimas cuatro décadas. Dueño de un mundo plástico muy personal, siempre introvertido, en el que confluían el rasgo íntimo, la creatividad infinita y la pasión por el arte. Doce son las muestras que veis, y doce las divisiones en las que se ha catalogado su obra al completo y que pronto van a poder admirarse en distintas exposiciones. Una de ellas antológica, en la que muchas de estas obras –inéditas hasta ahora– van a ser expuestas por vez primera.